Pedro Naranjo mantiene la tradición de las cantinas en El Faro

“Lentamente se estabiliza la situación”, afirma don Pedro Huasteco, como es conocido, después de haber tenido que cerrar debido a la pandemia

Pedro Naranjo Morales, originario de Atlapexco, es mejor conocido como Pedro Huasteco, tiene 62 años casi recién cumplidos y es cantinero desde hace 35, trabajando en diferentes cantinas de su Huasteca natal.

“En Pachuca me quedé por accidente. Vine a visitar a un hermano y ya no me regresé a la Huasteca, aquí me quedé y sigo encantado, me gusta muchísimo la capital de mi estado, la cuido y la procuro”, menciona.

Hace algunos años fue operador de autobuses en el país y al interior de Hidalgo. También fue minero en San Juan Pachuca.

Foto: Carlos Sevilla

“Durante cuatro años fui peón de patio. Grandes enseñanzas y extremas experiencias. Me las guardo”.

Ahora, don Pedro Naranjo está pensionado por diferentes empleos. Comenta que alcanzó las semanas necesarias para terminar de cotizar y aprovechó la oportunidad, la cual le permitió, lo dice con honestidad, atravesar la pandemia de una manera decorosa, ya que tuvo que cerrar la cantina El Faro, de la cual es el gerente, durante más de un año. “Lentamente se estabiliza la situación”.

Te recomendamos: Jesús Lugo Piña, el instructor que busca preservar la vida

Por invitación de la esposa (e. p. d.) de don Felipe Escalante, actual gerente de la cantina La Barata, la cual tiene más de 30 años de servicio, hace 35 años a don Pedro le surgió la oportunidad de ser cantinero profesional en la desaparecida cantina Los Tres Reyes, ubicada en el centro de la ciudad.

“Al principio me negaba, decía que no. Después me animé y aquí sigo dando lata. Esto fue regresando de Estados Unidos, donde probé suerte durante dos años en Carolina del Norte trabajando en un campo de golf”.

Foto: Carlos Sevilla

En la Huasteca ya había trabajado en cantinas y cervecerías desde el sexto año de primaria y toda la secundaria, con su cuñado, en un expendio de cervezas y aguardiente, una combinación clásica en esa región hidalguense.

“Ahora ya no piden aguardiente por acá. Comúnmente en El Faro lo más solicitado por el calor y el clima seco de Pachuca es la cerveza, las micheladas, el Tom Collins, que lleva limón, jarabe, vodka y mucho hielo”.

Puedes leer: Cantineros, una profesión noble pero complicada: Javier Zavala 

Después de Los Tres Reyes, don Felipe Escalante, de quien es alumno, le pidió que se moviera a una cantinita que se llamaba El Pollito Viajero, ahora desaparecida, donde se desempeñaría durante 14 años.

Ya después, el famoso Konan, cantinero que atendía el desaparecido bar Cocktail, le invitó a trabajar en El Faro, donde ahora continúa su labor.

“Nuestro horario es de 12 del día a 12 de la noche. Ofrecemos micheladas, las clásicas quemaditas, un taquito de vez en cuando, de lunes a domingo, todos los días abrimos”.

Don Pedro Naranjo afirma que cualquier persona mayor de edad es bienvenida a El Faro, ubicada en la céntrica calle de Mariano Abasolo 701, esquina con Nicolás Romero, ya que es un establecimiento seguro y sin problemas, aunque, como en todo lugar donde se expende alcohol, “también hay fricciones, pero lo controlamos. La verdad es que tenemos clientes de años y ellos son quienes más nos frecuentan”.

“Ofrecemos micheladas, las clásicas quemaditas, un taquito de vez en cuando, de lunes a domingo, todos los días abrimos”

PEDRO NARANJO

Mostrar más

Carlos Sevilla Suárez

Fotógrafo desde pequeño y reportero gráfico desde hace 15 años. Cocinero y rockero de corazón.